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Reflexiones desde lo cotidiano

La formación de la conciencia crítica y su vinculación con la realidad (2)

La formación de la conciencia crítica y su vinculación con la realidad (2)

El ideal de la conciencia crítica, no tiene la misma fuerza cuando se afirma que se encuentra citado  en "x" obra, que al inducirlo de un planteamiento fenomenológico del "ser hombre", o como se usa hoy, de la condición humana; pues entonces ocurre que ipso facto se impone necesariamente. Sin embargo, el hecho de adquirir una conciencia crítica no se da fuera de un contexto al que llamamos "realidad". Así: 

  • Nacemos, aparecemos en "un" mundo que nos es extraño, que no es "nuestro" mundo en cuanto que no ha sido asumido sino "padecido" en el sentido de "sufrido".
  • Este mundo se nos impone de diversas maneras siendo la más evidente la captación de la realidad: pensamos como el grupo en el que estamos inmersos, es decir, pasamos de una preconciencia a una conciencia grupal.
  •  Así, el pensamiento mismo se construye desde la exterioridad, desde lo fenoménico. Lo fenoménico se simboliza y lo simbolizado significa.  Este proceso se inicia en la experiencia (el sujeto capta el objeto y lleva su imágen a su mente) y no en la razón. En un segundo momento, la experiencia (la imagen del objeto) se razona.
  • Cuando decimos 'se razona", estamos expresando que la mente mediante una delicada operación busca el elemento peculiar del fenómeno y lo generaliza. Este proceso casi instantáneo nos indica que el conocimiento se origina en la experiencia (empirismo) que se razona (racionalismo) y que vuelve a lo exterior, es decir, a la realidad.

Este proceso de formación del pensamiento tiene otra vertiente: cuando el intelecto tiene múltiples imágenes que han pasado por el análisis y la síntesis, es capaz de establecer correlaciones (inducción) y finalmente, generalizaciones (deducción) que se aplican a fenómenos semejantes. Sin embargo, aquí aparece un problema: la existencia de un círculo ideológico en que se desarrolla el proceso de construcción del pensamiento, lo que condiciona al pensamiento mismo. Esto indica dos cosas: Primero: Que el análisis es una peculiaridad del ser humano, de tal forma que si no se realiza, este se aliena. Segundo: Que la alienación puede ocurrir si no se accede a una forma de conciencia crítica que trascienda lo grupal, que perciba al círculo ideológico y lo analice para tomar distancia de él. 

Así la cuestión de la "formación de la conciencia crítica" sólo es posible  fuera del círculo ideológico (es decir, sabiendo que existe pues seguramente seguiremos atrapados o inmersos en las estructuras que ha originado) y en este sentido es un ideal que ningún documento por decreto puede otorgar, sino sólo los procesos educativos que se enfrentan al grave problema de la fragmentación de la razón mediante la relativización. Resulta entonces que filosofar y educar son términos correlativos en cuanto que significan para el hombre en primer lugar "afrontar con los ojos abiertos el propio destino y plantearse claramente los problemas que resultan de la justa relación consigo mismo, con los demás y con el mundo".

1 comentario

Cocó -

Aló Arturo:
Exactamente, es como dijeran ahora defragmentar y tomar posesión en cada fragmento para observar a los otros que siguen siendo parte de un todo, y es en este punto de la explicación cuando los chavos dicen what? y parece que el único pedazo defragmentado del mundo somos los profes!!!
Me encantan estas defamiliarizaciones, si, es una tarea ardua...
Saluditos.
Cocó