Blogia
Reflexiones desde lo cotidiano

Educación

Pensar es una actividad complicada

Pensar es una actividad complicada

Pensar parece fácil, las imágenes con las que construímos conceptos que se convierten en términos es cosa de todos los días; elaborar juicios que se traducen en proposiciones, es algo que hacemos a diario... parece fácil. Pero no es tan sencillo. Pensar requiere reconocer el contexto, preguntarnos sobre nuestras experiencias y valorarlas desde -paradójicamente- la inmediatez y la distancia.

Las cosas vividas no se perciben igual a la distancia. Por eso la hermenéutica invita a tomar distancia: una es la interpretación del autor, otra la del lector y una más la del texto mismo. Por eso pensar no es fácil, menos aún cuando reconocemos que estamos en un campo donde se debaten mil opiniones, y cada una quiere tener carta de ciudadanía para presentarse como la verdad plena.

El deseo de tener la verdad plena es un asunto que nos complejiza nuestros esfuerzos por pensar.

La formación de la conciencia crítica y su vinculación con la realidad (2)

La formación de la conciencia crítica y su vinculación con la realidad (2)

El ideal de la conciencia crítica, no tiene la misma fuerza cuando se afirma que se encuentra citado  en "x" obra, que al inducirlo de un planteamiento fenomenológico del "ser hombre", o como se usa hoy, de la condición humana; pues entonces ocurre que ipso facto se impone necesariamente. Sin embargo, el hecho de adquirir una conciencia crítica no se da fuera de un contexto al que llamamos "realidad". Así: 

  • Nacemos, aparecemos en "un" mundo que nos es extraño, que no es "nuestro" mundo en cuanto que no ha sido asumido sino "padecido" en el sentido de "sufrido".
  • Este mundo se nos impone de diversas maneras siendo la más evidente la captación de la realidad: pensamos como el grupo en el que estamos inmersos, es decir, pasamos de una preconciencia a una conciencia grupal.
  •  Así, el pensamiento mismo se construye desde la exterioridad, desde lo fenoménico. Lo fenoménico se simboliza y lo simbolizado significa.  Este proceso se inicia en la experiencia (el sujeto capta el objeto y lleva su imágen a su mente) y no en la razón. En un segundo momento, la experiencia (la imagen del objeto) se razona.
  • Cuando decimos 'se razona", estamos expresando que la mente mediante una delicada operación busca el elemento peculiar del fenómeno y lo generaliza. Este proceso casi instantáneo nos indica que el conocimiento se origina en la experiencia (empirismo) que se razona (racionalismo) y que vuelve a lo exterior, es decir, a la realidad.

Este proceso de formación del pensamiento tiene otra vertiente: cuando el intelecto tiene múltiples imágenes que han pasado por el análisis y la síntesis, es capaz de establecer correlaciones (inducción) y finalmente, generalizaciones (deducción) que se aplican a fenómenos semejantes. Sin embargo, aquí aparece un problema: la existencia de un círculo ideológico en que se desarrolla el proceso de construcción del pensamiento, lo que condiciona al pensamiento mismo. Esto indica dos cosas: Primero: Que el análisis es una peculiaridad del ser humano, de tal forma que si no se realiza, este se aliena. Segundo: Que la alienación puede ocurrir si no se accede a una forma de conciencia crítica que trascienda lo grupal, que perciba al círculo ideológico y lo analice para tomar distancia de él. 

Así la cuestión de la "formación de la conciencia crítica" sólo es posible  fuera del círculo ideológico (es decir, sabiendo que existe pues seguramente seguiremos atrapados o inmersos en las estructuras que ha originado) y en este sentido es un ideal que ningún documento por decreto puede otorgar, sino sólo los procesos educativos que se enfrentan al grave problema de la fragmentación de la razón mediante la relativización. Resulta entonces que filosofar y educar son términos correlativos en cuanto que significan para el hombre en primer lugar "afrontar con los ojos abiertos el propio destino y plantearse claramente los problemas que resultan de la justa relación consigo mismo, con los demás y con el mundo".

La formación de la conciencia crítica y su vinculación con la realidad (1).

La  formación  de  la  conciencia  crítica  y  su vinculación con la realidad (1).

Ya desde la prehistoria, hay una diferenciación  entre los primates y los hombres primitivos. Lo que permite identificar al hombre no es el grado de evolución con los primates, sino los signos inequívocos de creatividad, invención, ruptura con el orden establecido por la naturaleza. En el decir de Ignacio Leep, la naturaleza humana se define por sus capacidades de acceso a la reflexión, al trabajo creador, a la palabra significativa y a la moral. Por otro lado, "la cultura occidental se distingue de todas las que le han antecedido por la creencia de que la humanidad como un todo, puede forjar su destino". Esto, sin duda, que resulta atrayente en un ambiente escolástico y aún existencialista, pero en el mundo de hoy, en que los viejos modelos han caído en descrédito (recuérdese el socialismo y las críticas constantes al neoliberalismo) y no han surgido todavía los modelos nuevos, lo anterior es desconcertante, y para muchos hasta un insulto.

La época contemporánea tiene las características de crisis y confusión, sin embargo, hemos de tomar decisiones constantemente cuyas consecuencias adquieren su real importancia en el futuro. ¿Qué hacer si no podemos escudarnos en la postmodernidad?  Ante la convergencia de tantos lenguajes, en que las nociones de "ser", "pensamiento", "razón", se perciben por algunos como caducos, carentes de fundamento y por tanto, imposibilitados de fundamentar, surge una posibilidad: iniciar una nueva reflexión sobre el hombre que parta de lo más característico: su conciencia, y que lo coloque en su sitio: vinculado con la realidad. 

Preguntas

Preguntas

Ante la responsabilidad de preparar un examen es importante: diseñar las preguntas, considerar el valor y peso específico que se le otorga a cada reactivo, considerar las posibilidades de copiar que tienen los alumnos, para construir distractores que sean barreras “difíciles” de saltar…; ahhh también es importante revisar la ortografía… no vaya a ser que se vaya por ahí una y cuando es es ll, y se acabe escribiendo lellendo por leyendo…; pero sobre todo, si educar es una actividad que involucra el conocimiento con la pasión y la emoción, es importante al tener el examen, mirarlo como proyecto (como algo lanzado hacia delante) y tomar posición ante él: ¿vale la pena preguntar lo que estoy preguntando? La sospecha no es algo sencillo con lo cual convivir, menos aún si se tiene la posibilidad cada día de reforzar nuestro sentido de “autoridades” delante de un buen número de alumnos, que proponiéndose o no tienen que escucharnos cada mañana.