Pensar es una actividad complicada
Pensar parece fácil, las imágenes con las que construímos conceptos que se convierten en términos es cosa de todos los días; elaborar juicios que se traducen en proposiciones, es algo que hacemos a diario... parece fácil. Pero no es tan sencillo. Pensar requiere reconocer el contexto, preguntarnos sobre nuestras experiencias y valorarlas desde -paradójicamente- la inmediatez y la distancia.
Las cosas vividas no se perciben igual a la distancia. Por eso la hermenéutica invita a tomar distancia: una es la interpretación del autor, otra la del lector y una más la del texto mismo. Por eso pensar no es fácil, menos aún cuando reconocemos que estamos en un campo donde se debaten mil opiniones, y cada una quiere tener carta de ciudadanía para presentarse como la verdad plena.
El deseo de tener la verdad plena es un asunto que nos complejiza nuestros esfuerzos por pensar.
0 comentarios